La llama, (animal doméstico, que no existe en estado silvestre) si bien parecen simpáticas (tal vez por la publicidad de Telecom), en lo personal me han ocasionado varios disgustos, he sido intimidado, pateado, escupido, asustado, correteado y quien sabe que otras me olvido por llamas (aunque también me he comido unos ricos asados provistos por su musculatura, que aunque prefiero la vaca, han sabido llegar en momentos muy apropiados). Pero es por lo que primero que menciono que no he desarrollado un sentimiento de afecto hacia la especie en su estado animado, sino lo contrario. Pero ese día en que volvíamos temprano de trabajar por que se se avecinaba una tormenta eléctrica bastante importante, hacia mucho frío, y vimos a la blanca madre cerca de su hijo de un año o dos, literalmente llorando, por la muerte de su muy joven hijo. Que escena! la madre separada del grupo se quedo esperando que su hijo se levante, moviéndolo con su hocico para que se despierte, con una tormenta inminente, emitiendo ella, un sonido que solo puede ser interpretado como un llanto o un pedido de auxilio para su joven hijo.
Los días antes de eso, dentro de la carpa, nos despertamos con un sonido extraño y pudimos ver, cual una sombra chinesca, la silueta del recién nacido, el primero del grupo, evidentemente demasiado apurado para nacer ya que no pudo soportar las frías noches puneñas, tal vez si hubiera esperado dos o tres semanas mas...
Una escena muy potente no? Aunque solo parcialmente captada por la toma.
La imagen es un HDR.
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